domingo, 4 de septiembre de 2011

...falsa esperanza de una noche de otoño...



Ella aguardaba impaciente mientras esperaba la respuesta. No pensaba. No respiraba. Sus inertes y frías manos apenas se movían. Sus cansados párpados ya no se abrían y cerraban con tanto brío como antes. Parecía como si la gente de su alrededor se hubiera ralentizado. El entorno no le importaba. Algunas voces le resultaban familiares pero a pesar de gritar su nombre una y otra vez, su mente estaba fija en aquella mirada cómplice. No vivía, tan sólo esperaba expectante que aquella boca pronunciase esas palabras que tanto anhelaba escuchar. Los minutos se convirtieron en segundos, incluso los segundos parecían correr más lentos que de costumbre. Por momentos parecía que su corazón se helaba y dejaba de latir. Se sentía como en esa películas de gladiadores en las que el emperador debía hacer un gesto con el pulgar hacia arriba o hacia abajo. En esos instantes le dio tiempo a recordar cómo empezó todo...

Lo cierto es que no sabía a ciencia cierta en qué momento sucedió pero lo que tenía claro es que había ocurrido más rápido de lo que ella jamás hubiera deseado. Los acontecimientos se precipitaban a una velocidad de vértigo sin poder asimilar las consecuencias, sin poder asimilar completamente los cambios que se le venían encima. No era una chica fácil de conquistar, aunque alguna vez había abierto su corazón, aunque tan sólo fuera para airearlo y conseguir aire fresco y puro. Pocas veces se había enamorado, pero cuando lo hacía, muy a su pesar lo hacía de la persona equivocada. Realmente en esta ocasión prefería no pensar si era conveniente ese amor, tan sólo quería que ese instante amargo o dulce llegara cuando antes y acabara con esa agonía que la estaba matando. Recordó, no obstante, cómo se conocieron; las hojas caídas, esos árboles desnudos y ese incesante sirimiri que caía sobre ellos le hicieron ver que aquel verano ya daba paso a un nuevo otoño. Sus miradas se entrelazaron y ella se quedó quieta admirando aquellos ojos marrones que parecían hablarle. Se dieron dos besos, se presentaron y se sentaron junto a los demás amigos. A medida que la noche pasaba y el alcohol iba haciendo su efecto las miradas que se cruzaban al principio se sucedían y se hacían más constantes. Por una extraña sensación no podía dejar de observar a aquel chico. Sus miradas furtivas cada vez eran menos furtivas. Se habían conocido esa fría noche pero parecía como si conocieran de toda la vida. Aquella noche acabó y ambos se llevaron buen recuerdo del otro. Ella mientras llegaba a casa y se acostaba recordaba esos momentos vividos. Realmente se iba con una sonrisa de oreja de oreja. Sabía perfectamente que era un proyecto de amigo, pues él tenia pareja y ella no deseaba embarcarse en un nueva relación tormentosa. Guardaba cautelosa. El tiempo dirá, pensó mientras cerraba sus ojos.

Abrió los ojos de nuevo y recordó dónde se encontraba, en aquel lugar, delante de quien conoció esa tarde otoñal, seguía esperando una respuesta. Sabía que desde esa noche a la actual las cosas habían cambiado mucho, demasiado lamentó, pero aun así aguardaba con esperanza...

Tras aquella noche, el chico se incorporó a su grupo de amigos, el tiempo quiso que así lo hiciera, y sinceramente, Lucía, que así se llamaba ella, también lo deseaba con todas sus ganas. Pensaba que su compañía podía ser un balón de oxigeno en su vida. Ya no le importaron las broncas del pasado, las decepciones de días pasados, aquellos días se acabaron. Sin saber cómo, aquel chico se fue convirtiendo en un amigo, es un buen amigo. Sabía que podía contar con él para los buenos momentos, pero también sabía que en los malos momentos podría contar con él. Trajo un aire especial al grupo de amigos y Lucía se sentía muy a gusto con él cada vez que quedaban alguna tarde perdida de invierno o primavera. Aquellas tardes se le paraba el mundo, los problemas de la universidad, de la familia o demás asuntos no le importaban. Era su particular vía de escape. Ella en aquel otoño y primavera había conocido más chicos, pero por una extraña razón que ella no comprendía nadie le llenaba tanto como él. ¿Me estaré enamorando? Pensó para sí misma. No quería pensar en ello, sabía que sí eso pasaba las cosas tal y como las conocía cambiarían drásticamente. Los primeros calores de verano hacían presagiar un gran verano. El chico se encontraba soltero pero a Lucía eso no le importaba lo más mínimo. Es mi amigo se repetía a sí misma. Hubo una noche que no lo tuvo tan claro y le besó, a consecuencia del alcohol pensó ella... Lo cierto es que luego se arrepintió pero aún seguía recordando aquel beso.

Un beso... eso es lo que deseaba de él en aquel momento cada vez que le miraba. Sus gestos, sus manos, su expresión corporal no hacía presagiar un buen final, las palabras se iban sucediendo pero la situación era de tanta tensión para Lucía que no lograba descifrar ese mensaje enredado. No lograba entender por qué le contaba esas cosas, no entendía por qué no era claro con ella como ella lo había sido con él. Tan sólo quería saber si sí o si no. Y así se lo hizo saber... Fue en ese instante cuando...


Tras aquel beso los dos hicieron como si no hubiera pasado nada, no era fácil hablar y menos desde el corazón, se convenció Lucía. Lo mejor sería dejarlo pasar, razonó. Lo cierto es que la situación apenas cambió las bromas y el buen rollo tanto con él como con el resto del grupo de amigos era la mejor posible. Lucía se sentía aliviada. Ya no se arrepentía tanto de aquel repentino beso. Todo parecía fluir. Las vacaciones de verano en aquel pueblo costero afianzó su relación. Lucía estaba hecha un lío. Necesitaba recapacitar y pensar lo que había pasado todo ese tiempo. Tenía que poner en orden sus pensamientos, lo cual realmente le aterraba... ¿Qué pasaría si estoy enamorada de él? Esa pregunta taladraba su mente. Por ello decidió no pensar en ello. Al menos de momento. Decidió hablarlo con su amiga para saber su opinión. Ella le dijo exactamente lo que Lucía no quería escuchar. Desde fuera también notaron que Lucía sentía algo por él. Lógicamente Lucía lo negó categóricamente, sólo era mi amigo se repetía. Mintió. Pero sabía que decir la verdad es este caso podría traerle muchos problemas. Prefería matar cualquier sentimiento. Al menos hasta que pudiera.

Hubiera deseado que aquellos días de verano hubieran pasado más rápido de lo deseado, pero no fueron así. Se lo pasó bien, pero no desconectó todo lo que quisiera. Mientras paseaba por la playa se dio cuenta de que estaba observando dos de las cosas que a ella le volvían loca; el mar y él. Era irremediable. Se había enamorado. Lucía no sabía qué pensar ni qué decir. Era tan obvio que tarde o temprano él se daría cuenta, si no se había dado cuenta ya... A mitad de verano un BSO le resultaba familiar. Era una canción de despedida. A él le gustaba mucho. A Lucía aún más. Le recordaba a él. La canción a pesar de resultarle muy triste, cada vez que Lucía la escuchaba no podía reprimir una leve sonrisa. La situación era tan insostenible para Lucía que decidió coger el toro por lo cuernos y hablar con él. No se pronunció. Lucía quedó pensativa... Pensó que quizá no fuera tan buena idea, pero necesitaba una respuesta. Sintió alivio de contárselo. Él no dijo nada, parecía no importarle. Lucía se sintió realmente mal. Por un momento parecía no conocer a aquel chico. Él hizo como si nada hubiera ocurrido. Ella sólo quería echar a correr como si no hubiera mañana. Los altavoces hicieron sonar una canción muy veraniega que hizo saltar hasta al más soso; todos bailaban, incluso él también. Lucía sólo quería irse a casa. Le encantaba la canción, pero no era el momento. Entonces él propuso irse cada uno a casa. Lucía asintió con la cabeza levemente agachada, el resto de amigos estaban de acuerdo. Al llegar a casa recibió un mensaje esperanzador. Él quería hablar con ella. Por un momento Lucía revivió. Pensó que eso era buena señal. Pronto todo acabaría, se convenció, eso era todo lo que necesitaba...



El instante había pasado, ella contuvo la respiración, todo había acabado. Tan sólo una canción escuchaba por el momento. Sí, era aquella triste canción que a tanto Lucía como a él les gustaba. A Lucía ya nada parecía importarle. En circunstancias normales hubiera esbozado un leve sonrisa, no obstante la situación no invitaba a ello. Sólo una lágrima recorrió sus mejillas y acabó estrellándose en el suelo. Tan sólo quería irse a casa y descansar. Sólo pensó, mientras acababa aquella triste canción que quizá fuera mejor así. Ya tenía su respuesta. Lucía se había quitado unos cuantos kilos de encima. Sí, pero no como ella hubiera deseado. Sintió que aquel verano acababa cuando cayó cerca suyo una hoja de un árbol que hacía presagiar que otro frío otoño se ceñía sobre ella. A falta de sirimiri sus lágrimas lograban transportarle a ese instante en el que le conoció en esa noche desapacible. Una mala noche pensó...

jueves, 3 de marzo de 2011

...abrazos gratis...free hugs...

Comentaba en otra entrada la importancia de los pequeños detalles en nuestra vidas. Unos detalles que apenas damos importancia, unos detalles tan insignificantes como vitales para muchas personas. Detalles a los que se aferran como si se tratara de un clavo ardiendo algunos sujetos.

No nos damos cuenta de esos detalles, o simplemente por acto reflejo no reparamos en ellos... Creemos erróneamente que siempre estarán ahí... sobre todo cuando estamos bajos de moral, cuando mas necesitamos de apoyos y, es aquí, cuando unas simples palabras cargadas de amor no son suficientes, cuando realmente sentimos el tremendo vacío que nos agarrota y nos debilita. La ausencia de estos detalles son nuestra criptonita particular. 



Todos tenemos nuestra criptonita particular... la de algunas personas daña mas que la de otras... pero el dolor es igual de profundo, es igual de penetrante, es igual de intenso, es igual de insoportable... Es cierto que no somos superhéroes... pero dios sabe cuantas veces hemos intentado volar con nuestra capa para librarnos de los quebraderos de cabeza... o disponer de una capa de invisibilidad para que los problemas pasaran de largo... o más sencillo aún si cabe... disponer de una varita con la que convertir los momentos de bajón en momentos revitalizantes y que desborden alegría. No somos superhéroes, pero más de un@ se viste como tal cada día... porque a pesar de no sentirse 100% seguro se sabe victorioso... se ve con fuerza suficiente como para afrontar un día más. Es consciente de que los problemas, conflictos, disputas, tristezas, decepciones, desamores, broncas... seguirán estando ahí. Para qué engañarse. Sin embargo, también sabe que guarda un as en la manga, sabe que contará con el apoyo de los suyos... sabe que esos apoyos jamás faltaran y sabe también que esos pequeños detalles... por pequeños que sean... estarán allí esperándole en la puerta sin necesidad de perdirlos.

Quizá alguien piense que no disponga de ningún apoyo, de un hombro en el que llorar. De una colchoneta para impulsarse y encarar el largo recorrido que aún le queda por delante. La vida nos pone en situaciones difíciles pero también nos da tregua. Cuando parece que nos vamos a ahogar en este mar bravo, cuando las olas golpean mas que nunca, nunca los rayos nos atemorizan, cuando ningún faro nos ilumina el camino, cuando ni siquiera la luna nos guía en nuestra senda particular, cuando nada parece tener sentido... siempre, siempre, siempre y eternamente siempre... habrá alguien dispuesto a no dejarte perecer en ese mar de dudas... siempre habrá alguien dispuesto a echarte un salvavidas. Siempre hay y habrá un/una socorrista (buenorr@ o no) que se quita o quitará la camiseta y no dudará ni un segundo en zambullirse en un agua turbia sólo para rescatarte de tu naufragio. Naufragar no es malo... lo malo es naufragar y no saber como mantenerse a flote en este mar muerto.

Los pequeños detalles diarios nos mantienen vivos... ¿Para qué esperar toda una vida anhelando algo lejano? Sí... algún día llegará... eso está claro... o tal vez no... pero pongamos que llegara... ¿cuánto tiempo hemos perdido por el camino? ¿Cuántos momentos hemos dejado de vivir? ¿Cuántas sonrisas hemos dejado de esbozar? ¿Cuántos momentos nos han dejado sin respiración? Esperamos eternamente algo. Coleccionamos fracasos, nunca victorias. Nos encanta magnificar un fracaso, una derrota.... Vanagloriamos y olvidamos muy deprisa los éxitos... nos miramos el ombligo cuando las cosas van bien y lo peor de ésto es que nos dejamos persuadir por esos cantos de sirenas de los demás... pero tener en cuenta que esas sirenas igual no son tan dulces como sus cantos... porque pueden que en este mar que es la vida estén allí para respirar por ti si hace falta... pero si la situación se tuerce quizá se vayan... y tened por seguro que no te dejarán ni un triste flotador. Lo peor es que no te ahogaras en un mar salado... sino en un charco de lágrimas amargas. 



Pero en tierra también encontramos a socorristas dispuestos a salvarte de un mal día. Seguramente más de uno pensó que ese loco que portaba un cartel en el que se leía nítidamente FREE HUGS no era mas que un colgado con unas ideas de loco. ¿Regalar abrazos en la vía publica? ¡De locos¡ Una genialidad original pensarían otros. Hay que ver las veces que locura y genialidad confluyen en la misma situación, ¿verdad? En cualquier caso, ese loco o ese genio, seguramente con tan sólo un cartel y muchas ganas de animarte, de hacernos ver que esta realidad en la que vivimos y que esta falsa felicidad que nos inunda no es mas que una fugaz sensación que se evapora fácilmente. Nos anima a ser como él. A valorar los pequeños detalles. A ser mas amables y agradables con los demás para conseguir que la vida sea mas llevadera.

¿Realmente estamos tan vacíos? Apreciamos un simple abrazo como si fuera novedad, cuando no tendría que serlo. Nos sorprende este tipo de iniciativas... tal vez porque sabemos que no deberían de existir. Particularmente me sigue gustando mucho que me hagan callar con un beso, que me den ese abrazo que tanto necesito y que mis ojos cansados y tristes piden a gritos pero que mi garganta muda jamás suplicaría. Aún me emocionan los momentos en los que un pequeño obsequió nos hace emocionarnos, nos hace exaltar nuestros sentimientos. Adoro los instantes en los que el mundo parece pararse cuando dos miradas se juntan y como si se conocieran de toda la vida se trasmiten mutuamente una calidez y una confianza que te recargan las pilas para toda la semana. No dejo de disfrutar cuando unos brazos sinceros te abarcan en tu totalidad mientras los segundos se convierten en minutos y un escalofrío te recorre todo tu cuerpo. Nunca dejará de agradarme que al llegar a casa/al trabajo/a clase me reciban con un buenas noches/días/tardes acompañado de una sonrisa inmensa... tan inmensa que disipe este mar de dudas diario.

Porque en definitiva, podemos tener altibajos en esta montaña rusa que es la vida, sí, pero tampoco olvidemos que no todo está todo tan mal como pensamos porque seguramente si nos diésemos cuenta mas a menudo de los pequeños detalles que nos rodean seriamos mas felices o cuanto menos mitigaría los momentos mas aciagos que nos ofrece este mar embravecido. Ningún temporal que se nos presente delante podrá hacernos caer, tenedlo en cuenta... porque siempre habrá alguien dispuesto a subirte a su barca y que te permita continuar flotando... algunas veces flotarás con mar en calma otras veces con marejada... pero en cualquier caso sabiendo esquivar los cañonazos de esos piratas que nos quieren robar nuestro tesoro mas preciado en este mundo... nuestra felicidad! =)


jueves, 30 de diciembre de 2010

...hacemos el balance de lo bueno y malo...

Se nos va, una vez más, otro año. Ha sido en términos generales un buen año, un gran año. Haciendo un símil con respecto al vino, hay que decir que la cosecha ha sido muy buena, rozando la catalogación de excelente. Aunque siempre puede ser mejorable, sobre todo en según qué aspectos. Como venía diciendo, creo que voy a echar de menos al 2010. Habiéndo vivido ya doces años 12 pares y 11 impares he de reconocer que siempre me han venido mejor los años pares que los que no lo eran. El efecto 2000 (qué será de él) para mí no pudo ser mas bueno, al igual que el 2002, 2004... Y así... todos y cada uno de los años pares. No puedo decir lo mismo de los años impares que no han sido especialmente buenos en determinados aspectos. Es por eso que seguramente, y ojalá me equivoque, echaré en falta a este 2010 que le quedan horas para dejarnos y que sea ya sólo un montón de recuerdos que descansen en cualquier hemeroteca de cualquier periódico de este mundo. Archivos que periodistas repasarán para elaborar noticias, contrastar otras o simplemente para rescatar declaraciones de algún político que podría resumirse en que dónde dije digo, digo diego...

Pero sin más dilación, y cómo si se tratara de cualquier programa televisivo que nos recuerda las noticias mas sorprendentes, impactantes, inquietantes, simpáticas e importantes que han acontecido en este año, vamos a hacer un breve repaso por lo que ha sido este año en términos generales y separándolo en grandes bloques temáticos.

En primer lugar, y como diría la canción, tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor. En temas de salud, ciertamente, ha pasado desapercibida, por lo tanto ha sido un año saludabremente hablando excelente, no he tenido excesivos días malos, así que se prolongue la racha en este 2011. En temas económicos, y a pesar de empezar este 2010 con trabajo lo cierto es que tras visitar el antiguo INEM, en verano la situación se tornó favorable y acabamos el año con unos ingresos extras sorpresa.

En temas amorosos, seguramente éste haya sido el mejor año en términos amorosos del último lustro con diferencia. No, no he encontrado a la persona que me complemente, tampoco es que ni siquiera me lo planteara, aunque sí me habría gustado mucho. He conocido personas que por una u otra cosas han pasado de puntillas por mi vida, algunas dejando mas huellas que otras, personas que no hemos sabido conectar o simplemente no estábamos destinados para compartir una historia juntos. Lo cierto es que si el amor está a la vuelta de la esquina como suelen decir, yo a veces creo que vivo en una rotonda que me recorro días tras día porque en temas de amor he debido de ser un cabrón en la otra vida... No hay otra explicación. Nunca hemos de cerrarnos a nada, porque nunca sabes cuando vivirás en el día en el que conozcas a alguien que de verdad valga la pena. Y si estar con alguien implica hacernos daños, lo siento, pero, prefiero mil veces condenarme a una vida solitaria. El amor es para disfrutarlo no para tener que perdonarnos una y otra vez cada pocos días, eso mas que una relación es un tormento. Seguramente este 2011 en temas amorosos no sea todo lo satisfactorio que pudiera ser, pero nunca hay que perder la esperanza de encontrar eso que tanto se anhela. Yo por si acaso ya me he hecho una clausula anti soledad con una amiga por si ambos llegamos a los 30 sin pareja estable... Espero que por el bien de ambos no tengamos que usar nunca esta especie de seguro :)



Bueno he de decir que este año ha sido tan largo que me han parecido dos, dos muy bien diferenciados, y corresponden a los meses de enero hasta agosto y desde septiembre a diciembre. En la primera parte del año aún recuerdo cómo empecé el año... recuerdo tan bien esa nochevieja pasada por lo mala que fue que no quiero volver a repetirla en años. El caso es que los meses pasaron... enero y sus fríos, febrero y sus carnavales, marzo y su Semana Santa, abril y sus aguas mil, mayo y sus flores, junio y sus exámenes. En junio me cayeron los 22 patitos, aprobé el curso, me presenté a selectividad sin saber aún que hacer... no siendo nada consciente en ese momento que la selectividad sería mi pasaporte para mi futuro y la posibilidad de de dar un giro a mi vida. No era consciente, hasta el punto de no estudiar para selectividad, no le dediqué más que un ligero repaso al día anterior y he de reconocer que la jugada no pudo salir mejor, un 6,49 en selectividad era suficiente para poder optar a mi carrera y escribir mi nombre en letras de oro en la maravillosa, fantástica, innovadora, excelentísima y MODERNA, Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU). Nótese la ironía, por favor.

En definitiva, con julio y agosto vinieron los calores, las fiestas de pueblo, los rollos de primavera, los colegas de siempre y a los que tengo tanto que agradecer y que no se cabrearán con razón cuando tenía cenas de clase de la universidad, las salidas nocturnas, los viajes, el pasar el verano currando.... y todo esto dió paso a septiembre y su vuelta a la rutina. La rutina de volver a clase, de volver a estudiar, de volver a tener un horario, de volver a tener obligaciones, de estar atado a algo, y para alguien que aborrece el compromiso, no puede haber peor cárcel que lo anteriormente descrito. Al menos me quedaba el consuelo de estar estudiando algo que realmente me interesaba, y de haber tomado la decisión yo, sin mediadores, por suerte no tuve más que apoyos y pocos detractores. No era una decisión fácil, pero el tiempo me ha dado la razón, por suerte. El otro consuelo era poder contar con quienes fueron mis antiguas compañeras de la ESO en cierto colegio de monjas de Bilbao.



Octubre y los primeros frios nos trajeron las primera cenas de clase, las primeras relaciones estrechas, las primeras conversaciones con los compañeros fuera de clase... en definitiva, la verdadera vida universitaria. :) Lo reconozco, al principio no soy fácil, soy una persona que cuesta al inicio pero, que me vuelco en cuerpo y alma cuando alguien merece realmente la pena y eso quienes me conocen creo que certifican. A mí, si alguien me cae bien se me nota, al igual que se me nota cuando alguien no es santo de mi devoción mas ferviente, es algo que no puedo evitar, prefiero quedar de borde y sincero que de falso y majo. El mismo trato quiero recibir. Es de las pocas cosas que no he cambiado y no pienso cambiar, ser falsos sabemos ser todos, pero, no lleva a nada así que fuera hipocresías baratas, menos máscaras que no estamos en carnavales precisamente.

Bueno hay personas con las que conecté al comienzo del curso y que no me llevo demasiado ahora, otras con las que no me llevaba y ahora somos uña y carne y otras con las que hay contacto pero no daría la vida por ellos y ellas. Por suerte son más los que puedo catalogar como compañeros fieles a los que no reciben esa denominación de origen. :) Lo mejor de todo y es algo que me preocupaba es que he sabido conciliar la vida académica y mi vida social, tengo poco tiempo pero... no sé decir que no a un café para charlar, o una juerga de fin de semana, aunque el lunes tenga que presentar un trabajo, es algo que conlleva la universidad el poder compaginar estudios y no dejar de lado tus aficiones de siempre. Todo es organizarse.

Noviembre y su lluvias y sus días made in Euskadi no se hicieron de rogar y se dejaron notar, sobre todo los miércoles cuando salimos mas tarde de lo habitual y nos encontramos a un campus aún más fantasmagórico todavía (sí, yo también creía que la UPV-EHU no podía ser peor, pero... ¡¡cuan equivocado estaba!!) como si se tratase de un manicomio. Lo cierto es que mas de un loco por los pasillos si que hemos visto, ¿verdad? Las anécdotas de este primer cuatrimestre perdurarán en el tiempo por bastante tiempo creo yo. Todo empezó un septiembre de 2010... como olvidarlo... era ella, no podía ser otra... nosotros no sabíamos como medirlo... pero alguien con gran sabiduría y en su particular tono jocoso, nos dió una brillante idea que cayó como la manzana que golpeó a Einstein, en efecto amigos, estamos hablando del DUDÓMETRO. Jamás he visto a nadie preguntar tantas cuestiones en tan poco tiempo, ¡los cambios de neumáticos en tiempo récord en boxes de Fernando Alonso a su lado son pura parsimonia! Lo cierto es que tuvo su culmen en cierta votación para elegir delegad@ para este año, en los candidatos tan preparados como la álavesa Teresa o el cántabro Gonzalo y en la que la siempre risueña extremeña Lucía se alzó como la presidenta que demanda PEPUCO16. Al vocear siempre la simpática y dulce profesora de comunicación audiovisual, Carmen, un voto en el que se podía leer la palabrra duda, y en ese momento Silvia y su perspicaz sentido del humor apuntilló pero duda no es nulo, es duda, realmente no olvidaré ese simpático momento, espero que algún día sepa perdonarnos quién nos obserquió con esa dulce mirada :)

Hablando de votaciones... jamás podría imaginar que unos sobres pudiesen dar tanto que hablar... pero parece que ser que nuevamente estaba equivocado. Vale... que mis declaraciones de alguien me la chupa no fueron muy acertadas pero, claramente estaban sacadas de contexto. A las Amurrio´s girls les debió gustar porque no hacen mas que recordarmelo.



No puedo dejar de mencionar a nuestro profesores y profesoras que tan humanamente nos han aguantado estoicamente días tras día y durante estos 4 meses. No quiero perder la ocasión y reconocer lo que ya reconoció nuestro más ilustre compañero, Joaquín Caparrós, (aunque para nosotros siempre será Jokin o míster) y es que Caminos ha sido de largo el mejor profesor que hemos podido encontrarnos, es el que más preparado ha estado, claro que también lleva sus años en esto de la docencia pero al menos con él hemos aprendido cosas mucho mas interesantes que como un vídeo en que salía proyectado un limón, ¿os acordais? Creía que la universidad era un lugar dónde se aprendían cosas importantes... no sabía que un limón podría dar tanto juego... En definitiva creo que al menos y como bien diría siempre la tiernamente perra y cántabra (con cariño, ya lo sabes :)) Maria, al menos, nos ha quedado claro que en periodismo: Lo que es noticia hoy, no lo es mañana. Dicho de otra forma, si hay que matar a la fuente para publicar algo... ¡hagámoslo! ¡A las armas! Y con el arma en la mano como diría la peculiar Mika Dance... podremos publicar eso que nos contaron off the record.

En téminos festivos ha sido un gran cuatrimestre, tanto que se me hace difícil pensar un fin de semana en el que no haya habido cena de clase, sí... así somos, estos somos, esto es PEPUCO16. Porqué no decirlo... ¡nos gusta más la fiesta que a Pocholo! En el  cuadro de honor tienen la fiesta de Halloween, la fiesta del cumpleaños de Hilario, la cena en Ategorri y el día de Santo Tomás.

Siguiendo con el repaso a los profesores, mención aparte tiene también nuestro polefacético y siempre entrañable profesor de CCCI, sí... tomando apuntes es lo peor.. lo sabemos... pero qué grandes momentos nos ha dado y lo sabeis. :) Por no hablar de esos videoclips que tanto nos gusta y que tanto nos ha hecho discutir en la nave del misterio si era o no lo que parecía que era... Otro profesor que ha ido claramente de menos a más, ha sido Josu, quizá no haya sido de los mejores pero me queda el consuelo que mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. La lista la completan la ya mencionada Carmen y nuestra exigente profesora de Usos de la lengua en los medios de comunicación.

Y llegó diciembre, y con él los últimos días del año, y el momento de hacer balance personal de lo que ha sido este año 2010 que nos deja en poco menos de 24 horas. Si tuviera que poner un titular a este año, no sabría como titularlo, el tema de la titulación... ¡ese gran incomprendido! Pero sí sabría que nota ponerle, le pondría un 8,5. Porque como reza Brigdet Jones: Es una verdad universalmente reconocida que cuando un aspecto de tu vida empieza a ir bien hay otro que va desastrosamente malo que va desastrosamente mal. Por eso lo mejor... tener un equilibrio en todos los campos posibles.

Hablando de equilibrios... ¿habéis hecho ya los propósitos de año nuevo? Sí... esos que no vas a cumplir pero que quedan tan bien enumerarlos cuando otro año se va mientras Anne Igartiburu nos dice eso de...

Corazoneeeesss Feliz 2011!! Feliz año nuevo a todo de corazón! Mucha salud!




Nos vemos en 2011 gentee!!
Cambiad de año, pero no cambienes vuestra forma de ser! :)

lunes, 6 de diciembre de 2010

...puedo escribir los versos mas tristes esta noche...

Un poeta es un escritor dedicado a la producción de poesía. Que fría definición, ¿verdad? Parece que la ha escrito el hombre más frío del mundo. Pienso que un poeta es algo más. Es un genio. Es un alma libre que no tiene que rendir pleitesía a nadie ni a nada. Los buenos poetas o poetisas no deben nada a nadie por eso escriben desde la libertad y desde la sicenridad. Escriben desde temas personales, pasando por asuntos gubernamentales, sin olvidar aspectos de amor, tristeza, guerras... Muchas veces han sido testigos mudos de muchas contiendas y guerras que han asolado a los países en el siglo XX. Han sido voz y parte para denunciar ataques indiscriminados, de hecho algunos por eso perdieron la vida, como el bueno de Federico García Lorca... Todos ellos poetas comprometidos y solidarios con la causa pusieron sus plumas al servicio de quienes creyeron ellos merecedores de la mejor causa. Y todo ello aún sabiendo el riesgo que corrían.



No todo el que hace poesía ha de considerar poeta, no por escribir un libro de poesias eres un poeta, no por cosechar éxitos y elogios se es poeta. No... un poeta escribe para sí, no para que se le lea y que su libro se convierta en un best-seller. Pues si fuera ese el objetivo de alguien que escribe poesía no ha de considerarse como tal, tan sólo sería un simple mercader que se vende al mejos postor o editorial por cuatro duros, dejando sus principios en cualquier papelera cercana a su domicilio.

A la hora de leer siempre he preferido uan buena novela en detrimento de la poesía, seguramente porque equivocadamente pensaba que era más completa la primera. Hoy en día,  debo decir que aunque lo siga pensando, reconozco el valor de una buena poesía y puede ser igual o incluso mejor que el último libro de Perez Reverte o del polémico Dan Brown. En cualquier caso pocas poesías me han hecho estremecer tanto como la siguiente que quiero compartir con vosotros. Es una poesía de Pablo Neruda, titulada puedo escribir los versos mas tristes esta noche. Esta poesía se engloba dentro de la serie 20 poermas de amor y una canción desesperada.




Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

martes, 30 de noviembre de 2010

...porque el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren...

Cuando escucho la canción Contigo una de las tantas y magníficas canciones del maestro Sabina no puedo evitar quedarme con una parte de la pieza, esa que dice algo así y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren...

Me quedo con esa parte porque realmente es verdad, no hago mas que comprobarlo tras meses y meses de vivencia, pues amores que no mueren te acaban matando y por otra parte aquellos amores que terminan matándote nunca mueren , yo añadiría incluso que se hacen mas fuertes si cabe. Tan cierto cómo comprobarlo en propias carnes, ¿quién no se ha sentido así alguna vez? No te puedes quitar esas cadenas que te atan a él/ella, pero en muchos casos si lo lograrás seguramente... ni siquiera saldrías huyendo. Esas cadenas nos impiden cualquier movimiento, pero a la vez son la excusa perfecta para continuar igual de mal que siempre, es un circulo vicioso... Es un querer y no poder... Es un ni contigo ni sin tí.

A veces no es sencillo quitarte a alguien de la cabeza, para qué engañarnos diciendo ya no me gusta, es historia, lo nuestro terminó... todo son dulces mentiras, ¿a quién queremos engañar? Son muy pocas, muy pocas las personas con las que conectais nada más conoceros y esa conexión sigue y sigue tras varios contactos más. Complicidad dicen que se llama. No es fácil encontrarla, y cuando la encuentras... es difícil que todo salga bien... Quizá esa anhelada media naranja era simplemente un limón rancio que no te dejó más que su amargo amor, una amarga compañía. Pero en todo rebaño de ovejas hay alguna oveja negra, malo será que te topes con otro similar... haberlas haylas como diría un gallego pero tendrías que tener menos suerte que Carlos Sainz corriendo un rallye, ¿o no?

Pero demos la vuelta a la tortilla, no todo van a ser malas noticias, hay ocasiones en las que cupido acierta, pero por uno u otro motivo que no vienen al caso, la relación fracasa. Otras simplemente se equivoca y junta a dos personas bastante diferente, será porque polos opuestos se atraen (doy fe) y otras veces ni siquiera esa flecha que lanza una y otra vez surte efecto bien por el desatino del Dios romano o bien porque la otra persona no está por la labor de caer en las redes de la divinidad romana.

Pero siempre quedará eso de sigue buscando que tanto salía en aquellos amores de usar y tirar. Siempre quedará la esperanza de encontrarse con uno de los maravillosos y fantásticos y felices y dulces y alegres y... y... y... (...) finales de las películas americanas, tu happy ending como diría Shakespeare (enamorado). Si nada de eso funciona entonces siempre puedes pedirle a TVE que vuelva a emitir en su parrilla televisiva el programa Noche de fiesta, sí, ese en el que José Luis Moreno te daba todo aquello que pedías...

Pero como no quiero dejaros con ese sabor amargo del limón, también hay que decir aquello de qué bonito es el amor correspondido, el de verdad, el de los comprometidos, el de los que se quieren tras 40 años depués, el de los que celebran San Valentín (San El Corte Inglés) como el primer dia, el de los que no dejan que la llama se apague a pesar de los muchos diluvios que nos ofrece la vida.... Qué bonito es el amor cuando es de verdad, qué bonito cuando todo va bien. Dure lo que duren esos momentos, son los que jamás olvidarás.

domingo, 28 de noviembre de 2010

...botella medio llena o medio vacía...

Hace uno días mientras visualizábamos una de las tantas y buenas películas del oscarizado director norteamericano, Woody Allen, salió el tema de los optimistas y pesimistas, de la suerte que tienen unos y de la gozan otros tan sólo por su manera de encarar el día a día. En definitiva, ver la botella medio llena o medio vacía. A veces no reparamos en los pequeños detalles, pero ver esa botella de una manera u otra nos diferencia bastante del resto. Nos hace ser de una forma o de otra.

La película en cuestión es Match Point, que básicamente en su inicio compara la vida con un partido de tenis. La primera escena del filme nos muestra en un plano fijo como una pelota de tenis pasa una y otra vez sobre la red en cámara lenta, no obstante, en una de las ocasiones no logra su objetivo de seguir adelante y pasar la red, es cuando la pelota se topa con la red, se eleva ligeramente y el plano se congela, todo ello acompañado por una música melancólica que nos evoca a grandes tarde de Ópera. Una voz en off nos recuerda que aquel que dijo más vale tener suerte que talento conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte, asusta pensar cuántas cosas escapan de nuestro control.



Bueno a colación de esta intro, nos deberíamos preguntar si la gente optimista tiene más suerte que el resto, o ¿solamente creen que tienen más suerte porque en realidad tienen una visión más optimista de sus vidas? En cualquier caso admiro a todas y cada una de las personas que tras levantarse de la cama afronta un nuevo día con una sonrisa, con unas ganas tremendas de comerse el mundo. Da igual que tengas 20 años a que hayan pasado por tus cansados ojos 55 primaveras, el hecho de encarar la vida de esta manera te hace ser diferente. Y me gusta rodearme de gente así, pues si como también dicen que todo se pega menos la hermosura, no pierdo la ocasión de pasarme del bando de los optimistas. Me gusta oírles, escucharles, ver sus grandes ansias de que las cosas salgan bien, de que a pesar de tener la situación totalmenten descontrolada y sin ninguna opción... sigan adelante. Sentir que sus proyectos, por muy ambiciosos que sean se van a ser realidad.

Yo mas bien me considero pesimista, en mi caso mi botella casi siempre se ha encontrado, se encuentra y quién sabe, se encontrará medio vacía. Quizá simplemente es que mi visión realista de la vida haya hecho que vea la vida con tonos grises y apagados y no alegres y luminosos. Quizá hechos vividos en el pasado te hacen ser y constituirte de una forma mas optimista o pesimista. Lo cierto, sea cual sea la opción elegida racional o irracionalmente, me parece una visión correcta. De hecho pienso que debe haber mas pesimistas que optimistas, por el simple hecho de que éstos últimos harían de su entusiamos una forma de cambiar el mundo y hacer cosas impulsivamente sin ver las consecuencias en un futuro. Es, precisamente aquí, donde los pesimistas cobran especial protagonismo, pues sin duda tratarán de cortar las alas a muchos optimistas, mientras los optimistas contraatacarán a sus mayores enemigos cayendo algunos irremediablemente en manos de su mayor pesadilla, pasando así a pertenecer al lado bueno y alegre. Por eso opino que debe haber mas de los uno que de los otros. Siempre será mas fácil pasarse del lado pesimista al optimista que vicerversa, o al menos esa en la sensación que me queda depués de vivencias propias.

Volviendo al principio, no sabría con certeza qué contestar. Desde mi punto de vista pienso que no es que los optimistas tengan mas suerte si no que es la forma de abordar los temas y situaciones la que les hace que las cosas salgan bien, no tiene nada que ver con la fortuna. Pienso que son mas constantes y no decaen tan fácilmente en su empeño de seguir adelante. Un pesimista no creería en sus posibilidades a menos que tenga un inicio positivo y favorable, de otro modo pensará que ha fracasado y dejaría abandonado o cuanto menos apartado su proyecto de futuro.

Yo, sinceramente, si quereis un consejo, tendría un angelito y un demonio como los que salen en las películas y que intentan comerte la oreja con sus bondades y sus maliciosas palabras. Porque si bien el angelito, encarnado por el lado positivo, te dirá que continues con las mismas ganas y fuerzas de siempre, ahí también debe haber un diablo enarbolando la bandera del pesimismo para que te pare los pies en determinados momentos de locura y desenfreno.



Para extrapolar las dos posturas, en muchos casos claramente enfrentadas y sin visos de renconciliación, he extraído dos frases de personajes célebres que se atrevieron a pronunciarse acerca del tema que nos atañe. Por una parte he escogido a Antonio Gala que se atrevió a confesar: No soy pesimista. Soy un optimista bien informado. No resto razón a las palabras del dramaturgo, pero mucho menos a las siguientes palabras del británico Winston Churchill: Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa. No es muy útil, quizá no... o quizá sí... He ahí la cuestión como diría aquel.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

...seis mil millones de personas en el mundo, y a veces solo necesitas a una...

Mientras paso las noches en tuenti (sí, ya sé que podría destinar mi tiempo en cosas mas provechosas, téneis toda la razón del mundo...) en busca de un momento de desconexión tras el duro día a día y tras el ajetreo diario al que estamos expuestos... te das cuenta en los pequeños detalles... es curioso, ¿verdad? Bueno entre esos pequeños detalles y entre las tantas paginás que tiene tuenti a la que puedes unirte si estás de acuerdo con lo profetizan, expresan, denuncian o divierten... me he encontrado con la que da título a mi entrada de hoy. Puede referirse bien a un novio o novia, un familiar, o cualquier otra persona... pero en esta ocasión voy a hacer mención a lo que la RAE define como una relación afectiva entre dos o más personas, es decir los amigos.

En este planeta vivimos seis millones de personas, sin embargo a veces... con tan sólo una persona vivirías días y días o semanas y semanas o incluso meses y años en algunos casos en cualquier isla desierta de este maravillos y vasto país. No es de extrañar, pues cada persona te aporta algo diferente, hay quiénes te aportan más, hay quiénes te aportan menos, hay quiénes te aportan todo y... desgraciadamente quiénes no te aportan nada pero están en tu vida porque a pesar de no aportarte nada beneficioso tampoco te molestan ni te perjudican. Este último grupo no haré mención en esta entrada pues apenas tiene miembros reales en mi día a día.

Entre los que me aportan mas o menos algo, el perejil, como diría el bueno de Argiñano, que sí... que adorna pero no es un ingrediente importante en el proyecto de la vida. En este grupo, que son la gran mayoría por otra parte, hay distinciones, pues sabes perfectamente que según el momento, el lugar, el destino, o el tiempo... a quién llamar, o con quien quedar. Hay personas con las que solo sales de fiesta, hay quiénes sólo sales a tomar algo, hay personas a las que yo llamo "personas compromiso", que son aquellas que quedas por compromiso y en muchos casos sin apetecerte, pero accedes a quedar con ellos o ellas por el simple hecho de que aún no aportandote gran cosa, les aprecias y te fastidiria perder esa relación. También existen las personas por "interés", son esas que solo aparecen cuando las cosas van bien y su único objetivo es aprovecharse de tí o de tu situación o de tu influencia, ya sea laboralmente o academicamente hablando... ya me entendeis.

Sin embargo, ningún grupo de esos me quitan el sueño, son personas con las que no podría vivir, sí, lo admito, sin embargo su hipotética pérdida traería consigo un bajón, una época triste e incluso un vacío enorme pero su ausencia sería a todas luces reparable. Como diría aquel: a rey muerto, rey puesto. Con esto ni mucho menos quiero decir que no quiera a mis amigos anteriormente descritos, pues en tal caso estaría mintiendo, sin embargo esto es similar a una pirámide, en las parte de abajo encontramos a los amigos menos importantes y a medida que asciendes encuentras a los que yo llamo, y lo escribo con mayúsculas, a pesar de no ser un uso adecuado en la red pero creo que la ocasión lo merece:
"LOS IMPRESCINDIBLES E IRREMPLAZABLES".



Sí, son aquellos que los cuentas con las palma de una mano, lo sé, son aquellos que siempre están, siempre, para lo que sea: un concierto, una fiesta, un viaje, una tarde de cine, una cervecita, una tarde de playa, para desahogarnos, para curarnos las penas... seguro que mas de uno también te seguiría a sitios no tan gratos como los mencionados :). A pesar de no ser muchos, valen por muchos de los anteriores, pues a muchos les conozco de hace bastante tiempo, otros de no tanto, pero me hacen sentir como si los conociera de cuando el Titanic naufragó, en definitiva, de siempre. Con algunas personas adquieres confianza rápidamente, parece como si fuerámos álmas gemelas, como si el destino nos hubiera citado hace muuuucho tiempo, como si las conociera de toda la vida. Por lo general, son amistades duraderas, seguras, yo lo compararía con un buen cristal, hay cristales que dejan pasar el frío. la suciedad, el polvo, el ruído... sin embargo luego hay cristales impenetrables, a prueba de balas, a prueba de broncas, a prueba de malos momentos...

De estas amistades me quedo con los buenos momentos que pasamos, hemos pasado y pasaremos, pero sobre todo lo unidos que hemos estado en los malos tiempos, en las malas épocas, en las malas rachas... es de verdad cuando se comprueba que una amistad es verdadera. Quizá no les diga un te quiero a todas horas, ni siquiera lo mucho que me importan, tampoco les pediría ciertos favores fáciles de cumplir... pero ellos saben que todas esas cosas las siento, pues soy mas de hechos que de palabras, aunque borracho sí se me escape algún que otro te quiero, esos que me roban a medianoche cuando estoy bajo los efectos del alcohol. Pero no son menos verdaderos porque si tal y como dicen ... los borrachos nunca mienten...en ese caso yo no encuentro nada mas sincero que un te quiero en estado ebrio? :) ¿Vosotros?

Ni siquiera la distancia rompería tales amistades, podrán venir otras amistades, incluso mejores, pero hay momentos que no se pagan con dinero, momentos que jamás repetirás con nadie mas que con ellos, momentos únicos, momentos made in... (el nombre de la persona). No diré quiénes están en la punta de mi pirámide, ¡sería ridículo! Pues ellos saben perfectamente lo ganado que me tienen, lo bien que me conocen y lo mucho que me costaría perder su amistad, ellos saben quiénes son mis imprescindibles sin los que yo no podría vivir igual y de los que he aprendido taaaanto, incluso algunos me han marcado como persona, han visto como cambiaba tanto física cómo personalmente hablanso.... Ni siquiera el hecho de vernos pocos rompería esta amistad, pues siempre hay 15 minutos rápidos para hablar, o para vernos, ni siquiera las broncas y los mosqueos, porque siempre hay palabras de amor para arreglarlo y decirnos los tontos que somos por hacernos pasar esos mometos tan malos, pero sin embargo esos momentos fortalecen la relación, ni siquiera la bienvenida de nuevas personas harían tambalear esta unión, pues cada cual es insustituíble...

En definitiva, son personas por las que daría todo, de hecho en algunos casos ya lo he dado todo, y sí... también hay personas que creía que eran para toda la vida, pero no están, decidieron no seguir el camino conmigo, no les guardo rencor alguno, el algunos casos por errores míos, en otros por su cabezonería, en ocasiones por orgullo y otras... simplemente... no sabría yo ni porqué... bueno sí, quizá por ¡celos?

En cualquier caso... una frase que tanta y tanta razón guarda entre sus letras definiría estas situción mejor que todas mis vulgares explicaciones:

Hay un punto en tu vida, en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará. No te preocupes por la gente de tu pasado, hay una razón por la que no estarán en tu futuro.

Y es que, a veces, solo a veces, solo me haces falta tú para devolverme esa sonrisa que jamás debió irse de mis labios... solo tú haces que me ría hasta llorar... o solo tú me haces lloras de emoción... o solo tú me haces sentirme tan bien cuando estoy a tu lado... solo tú!

¡¡No cambiéis chic@s!